FECHA: 16 Ene 2007

TITULO: El "aceitunero" de la chupa de cuero...

CONSULTA:

Estábamos en plena aceituna.

La cosa es que él necesitaba trabajo. Era joven y se ofreció. Le pedí sus datos (me miró extrañado aunque dijo que si era por eso, que me llevaría sus datos y NIF, recomendaciones de sitios donde había trabajado antes y hasta su carné del equipo de fútbol local!!!) y demás.

Le cité para el día siguiente en el punto de partida. Me dijo que prefería ir directamente al olivar, que le dijera donde estaba, pues la hora le venía mal y tenía que llevar a su hija a la guardería, que aún no se había organizado con su exmujer y que desde ahí, iría directamente al olivar en su propio vehículo y atajando. Como mucho se retrasaría diez minutos.

Le dije que sin problema, por ser la primera vez, pero que no le esperaríamos, que nosotros empezaríamos a coger aceituna con él o sin él, y que si no llegaba o lo hacía mas tarde perdería el trabajo.

La cosa es que cumplió y llegó...

en su propio coche...

hasta el pie del olivar...

pero...

Llegó con un coche tuneao, un Renault Clio amarillo canario como nunca he visto un amarillo, lleno de alerones (no se como no se dejó piezas por el camino) y llamas de fuego pintadas por los laterales el techo y el capó ... Ya el ruido que metía uno de los tubos de escape (que llevaba cuatro, no funcionarían todos) llamaba la atención desde lejos ...

Para, aparca muy bien en el camino, orillandose para no estorbar, se le ve buscar en el asiento trasero la “talega” con el bocata y otras cosas y...

cuando le vemos bajarse del Clío tuneao, casi nos da un ataque, no se si de risa o de pánico: en vez de ropa de trabajo vestía una chupa no se si de cuero o de eskay, de las que tienen cuellos de pico y muchas cremalleras y con el pelo de colores (a modo de bandera de la Gran Bretaña)... botos de tacón cubano ¡¡¡¡CON ESPUELAS Y CHINCHETAS EN LA CAÑA!!!!

Silencio sepulcral en el olivar.



¿vas cómodo para trabajar? –le pregunto-

-Tronko! Me he puesto las mejores galas! Y luego esta noche tengo otro trabajito, me he preparao ya la cabellera por si no me daba tiempo luego, que esto de teñirse el pelo cada semana de un color, aunque le pillas la practica, tardas mazo! –me responde-

Una mujer de la cuadrilla soltó una risotada, y gritó ¡¡¡a que peluquería vas, machote, es pa mandar a mi "marío" a ver si malegra la vida, que ya que está mu machacao pa la cama, por lo menos que parezca que macuesto con el bekam!!!

Yo llamé a la calma y al respeto. Lo importante es trabajar, y cada uno a lo suyo. Me da igual los colores del pelo y la pinta, si el va cómodo así... mientras no me rasgue los mantos... y si no, ya se dará cuenta que no va vestido para trabajar en el campo. Si quiere otro tipo de ropa, le doy un mono nuevo que llevo en el tractor (bueno, nuevo no, de esos del chico cuando hizo la mili) y, a las malas, que se ponga las katiuskas que también llevo de repuesto, por si se rompe el basculante y hay que descargar a horquillo.

Cuando empezó a trabajar todos nos quedamos boquiabiertos, que actividad, que ritmo, se movía como un felino entre la cuadrilla, la máquina, los mantos, nada se le escapaba, iba a lo suyo, lo hacía rápido y bien y sin interferir a nadie...

Era impresionante.


(cuando vimos las fotos que nos había sacado para la revista que trabajaba “El roKero insurgente” -o algo así- y nos dijo que quizá serían portada del próximo disco del Koala, olvidamos sus pintas y solo, nos fijamos en su trabajo. Ese si que era un buen fotógrafo. Por eso le dejé que viniera al campo., si no, de qué –además repartió tabaco a la cuadrilla en los descansos- )


Fdo: Mas se perdió en Cuba ( ¡y volvimos cantando habaneras en el barco!)