FECHA: 07 Ago 2006
TITULO: ¿Es t´xico el glifosato para la caza?
CONSULTA: Pues eso, que dicen que no hay perdices por los "venenos", y yo les digo que la finca con más perdices del mundo mundial que he visto ("Duque de Güelington", Granada), se maneja con glifosato.
La presión es enorme, se llega a todas partes, antes solo se cazaba alrededor del pueblo o en zonas de facil acceso, ahora te los encuentras en cualquier sitio, algunos increibles.
la otra gran causa es el cambio de cultivo, ya casi no hay cereales, es un monocultivo de olivar, eso si que influye, pero ahí los tienes, reticentes casi todos a pagarles al agricultor para que deje reservorios en sus campos, zonas de plantacion de cereales, etc.
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Dr. Jorge Kaczewer
Universidad Nacional de Buenos Aires
Los herbicidas más comercializados en la República Argentina incorporan dentro de su fórmula al glifosato, en razón de que algunos cultivos transgénicos, como la soja por ejemplo, están manipulados genéticamente para desarrollar una resistencia a esa sustancia química. El presente artículo pasa revista a los riesgos que esa sustancia conlleva para la salud humana (toxicidad, efectos cancerígenos y reproductivos, acción mutagénica y contaminación de alimentos), al tiempo que alerta sobre las debilidades en los sistemas nacionales que regulan sobre la bio-seguridad.
Glifosato y herbicidas compuestos: Los argentinos deberemos enfrentar durante las próximas décadas las consecuencias de haber convertido al glifosato en el herbicida más vendido y utilizado en el país. Recientes estudios toxicológicos conducidos por instituciones científicas independientes parecen indicar que el glifosato ha sido erróneamente calificado como toxicológicamente benigno", tanto a nivel sanitario como ambiental. Por ende, los herbicidas en base a Glifosato pueden ser altamente tóxicos para animales y humanos. Estudios de toxicidad revelaron efectos adversos en todas las categorías estandarizadas de pruebas toxicológicas de laboratorio en la mayoría de las dosis ensayadas: toxicidad subaguda (lesiones en glándulas salivales), toxicidad crónica (inflamación gástrica), daños genéticos (en células sanguíneas humanas), trastornos reproductivos (recuento espermático disminuido en ratas; aumento de la frecuencia de anomalías espermáticas en conejos), y carcinogénesis (aumento de la frecuencia de tumores hepáticos en ratas macho y de cáncer tiroideo en hembras). A nivel eco-tóxico-epidemiológico, la situación se ve agravada no sólo porque son pocos los laboratorios en el mundo que poseen el equipamiento y las técnicas necesarios para evaluar los impactos del glifosato sobre la salud humana y el medioambiente.
También porque los que inicialmente realizaron en EE.UU. los estudios toxicológicos requeridos oficialmente para el registro y aprobación de este herbicida, han sido procesados legalmente por el delito de prácticas fraudulentas tales como falsificación rutinaria de datos y omisión de informes sobre incontables defunciones de ratas y cobayos, falsificación de estudios mediante alteración de anotaciones de registros de laboratorio y manipulación manual de equipamiento científico para que éste brindara resultados falsos. Esto significa que la información existente respecto de la concentración residual de glifosato en alimentos y el medio ambiente no sólo podría ser poco confiable, sino que además es sumamente escasa.
Ante la inminente universalización de un sistema de tratamiento pesticida basado en una única sustancia cuyos impactos toxicológicos y ecológicos parecen no haber sido evaluados con la profundidad y el rigor suficientes, se hace evidente la urgencia de multiplicar localmente estudios toxicológicos a mediano y largo plazo y dosajes y bio-ensayos en aguas y suelos de nuestra región pampeana, no sólo con respecto al principio activo y el producto tal como sale a la venta, sino también sobre cada uno de los coadyuvantes.
El glifosato, N-(fosfonometil)glicina, es un herbicida de amplio espectro, no selectivo, utilizado para eliminar malezas indeseables (pastos anuales y perennes, hierbas de hoja ancha y especies leñosas) en ambientes agrícolas, forestales y paisajísticos. El uso de herbicidas había evolucionado hacia sustancias cada vez más selectivas a fin de evitar los daños que éstos producen al conjunto de la biota. Sin embargo, debido al progresivo encarecimiento de su investigación y desarrollo, se retornó al consumo masivo de este herbicida no selectivo creado en la década de 1960.
El Glifosato ejerce su acción herbicida a través de la inhibición de una enzima, enol-piruvil-shikimato-fosfato-sintetasa (EPSPS), impidiendo así que las plantas elaboren tres aminoácidos aromáticos esenciales para su crecimiento y supervivencia. Debido a que la ruta metabólica del ácido shikímico no existe en animales, la toxicidad aguda del glifosato es baja.
El glifosato puede interferir con algunas funciones enzimáticas en animales, pero los síntomas de envenenamiento sólo ocurren con dósis muy altas. Sin embargo, los productos que contienen glifosato también contienen otros compuestos que pueden ser tóxicos.
Todo producto pesticida contiene, además del ingrediente "activo", otras sustancias cuya función es facilitar su manejo o aumentar su eficacia. En general, estos ingredientes, engañosamente denominados "inertes", no son especificados en las etiquetas del producto. En el caso de los herbicidas con glifosato, se han identificado muchos ingredientes "inertes". Para ayudar al glifosato a penetrar los tejidos de la planta, la mayoría de sus fórmulas comerciales incluye una sustancia química surfactante. Por lo tanto, las características toxicológicas de los productos de mercado son diferentes a las del glifosato solo. La formulación herbicida más utilizada (Round-up) contiene el surfactante polioxietileno-amina (POEA), ácidos orgánicos de Glifosato relacionados, isopropilamina y agua.
La siguiente lista de ingredientes inertes identificados en diferentes fórmulas comerciales en base a glifosato se acompaña con una descripción clásica de sus síntomas de toxicidad aguda. Los efectos de cada sustancia corresponden, en algunos casos, a síntomas constatados en el laboratorio mediante pruebas toxicológicas a altas dosis. La mayoría de síntomas se compiló a partir de informes elaborados por los fabricantes de las diferentes fórmulas.
Sulfato de amonio: Irritación ocular, náusea, diarrea, reacciones alérgicas respiratorias. Daño ocular irreversible en exposición prolongada.
Benzisotiazolona: eccema, irritación dérmica, fotorreacción alérgica en individuos sensibles.
. 3-yodo-2-propinilbutilcarbamato: Irritación ocular severa, mayor frecuencia de aborto, alergia cutánea.
. Isobutano: náusea, depresión del sistema nervioso, disnea.
. Metil pirrolidinona: Irritación ocular severa. Aborto y bajo peso al nacer en animales de laboratorio.
· Ácido pelargónico: Irritación ocular y dérmica severas, irritación del tracto respiratorio.
· Polioxietileno-amina (POEA): Ulceración ocular, lesiones cutáneas (eritema, inflamación, exudación, ulceración), náusea, diarrea.
.Hidróxido de potasio: Lesiones oculares irreversibles, ulceraciones cutáneas profundas, ulceraciones severas del tracto digestivo, irritación severa del tracto respiratorio.
.Sulfito sódico: Irritación ocular y dérmica severas concomitantes con vómitos y diarrea, alergia cutánea, reacciones alérgicas severas.
· Ácido sórbico: Irritación cutánea, náusea, vómito, neumonitisquímica, angina, reacciones alérgicas.
· Isopropilamina: Sustancia extremadamente cáustica de membranas mucosas y tejidos de tracto respiratorio superior. Lagrimeo, coriza, laringitis, cefalea, náusea.
Toxicidad y efectos indeseables
Toxicidad aguda: La Agencia de Protección Medioambiental (EPA) ya reclasificó los plaguicidas que contienen glifosato como clase II, altamente tóxicos, por ser irritantes de los ojos. La Organización Mundial de la Salud, sin embargo, describe efectos más serios; en varios estudios con conejos, los calificó como "fuertemente" o "extremadamente" irritantes.
El ingrediente activo (glifosato) está clasificado como extremadamente tóxico (categoría I).
Las fórmulas conteniendo glifosato producen mayor toxicidad aguda que el glifosato solo. La cantidad de Round-up (glifosato + POEA) requerida para ocasionar la muerte de ratas es tres veces menor que la de gifosato puro.
En cuanto a las formas de exposición, la toxicidad de ambas presentaciones (glifosato puro, fórmulas compuestas) es mayor en casos de exposición dérmica e inhalatoria (exposición ocupacional) que en casos de ingestión.
En humanos, los síntomas de envenenamiento incluyen irritaciones dérmicas y oculares, náuseas y mareos, edema pulmonar, descenso de la presión sanguínea, reacciones alérgicas, dolor abdominal, pérdida masiva de líquido gastrointestinal, vómito, pérdida de conciencia, destrucción de glóbulos rojos, electrocardiogramas anormales y daño o falla renal.
Son frecuentes los accidentes laborales con agroquímicos en todo el mundo.
Según un reciente estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud, de un total anual mundial de 250 millones de accidentes laborales, 335.000 fueron accidentes mortales. 170.000 de estas muertes ocurrieron en el sector agrícola, resultando en una tasa de accidentes mortales dos veces mayor que las de cualquier otra actividad. Siendo habitual la exposición laboral a altas dosis de estas sustancias, debería protegerse en forma especial a los aplicadores del producto a los cultivos en lugar de seguir insistiendo las empresas productoras en su argumento respecto de la baja >toxicidad del glifosato.
Estudios realizados por científicos independientes han demostrado que el glifosato ha sido erróneamente calificado como "toxicológicamente benigno".
La revisión de la toxicología del glifosato conducida por un equipo norteamericano de científicos independientes, Northwest Coalition for Alternatives to Pesticides (NCAP), identificó efectos adversos en todas las categorías estándar de estudios toxicológicos (subcrónicos, crónicos, carcinogenéticos, mutagénicos y reproductivos). Los hallazgos de la NCAP fueron cuestionados mediante el argumento de que estos efectos se constataron debido a que el estándar protocolar exige hallar efectos adversos a la mayor dosis estudiada. Sin embargo, un trabajo sobre glifosato publicado en noviembre de 1998 por Caroline Cox, editora del Jornal Of. Pesticide Reform, describe efectos adversos que no resultaron de este requerimiento: todos fueron constatados a dosis menores a la mayor dosis estudiada.
Por otro lado, los estudios toxicológicos sobre el glifosato requeridos oficialmente para su registro y aprobación han sido asociados con prácticas fraudulentas. En 1976, una auditoría realizada por la EPA descubrió serios errores y deficiencias en estudios conducidos por uno de los más importantes laboratorios norteamericanos involucrados en la determinación toxicológica de pesticidas previa a su registro oficial. La EPA acusó públicamente a Industrial Biotest Laboratories (IBT), laboratorio que condujo 30 estudios sobre glifosato y fórmulas comerciales en base a glifosato (entre éstos, 11 de los 19 estudios realizados respecto de su toxicidad crónica), de falsificación rutinaria de datos y omisión de informes sobre incontables defunciones de ratas y cobayos. La EPA denunció el episodio con 7 años de demora (1983) y escasa repercusión mediática.
Sin embargo, informes del Comité de Operaciones Gubernamentales del Congreso norteamericano y sumarios de la Oficina de Pesticidas y Sustancias Tóxicas de la EPA confirman detalladamente la fraudulencia y pobre calidad científica de los estudios de IBT.
Además, la EPA denunció en 1991 que Craven Laboratories, empresa que condujo determinaciones para 262 compañías fabricantes de pesticidas, había falsificado estudios, recurriendo a "trucos" tales como falsificar anotaciones de registros de laboratorio y manipular manualmente el equipamiento científico para que éste brindara resultados falsos.
Estudios sobre residuos de Round-up en papas, uvas y remolachas fueron parte de las pruebas cuestionadas. En 1992, el dueño de Craven Laboratories y tres de sus empleados fueron declarados culpables de 20 diferentes causas penales.
El dueño fue sentenciado a 5 años de prisión y una multa de 50.000 dólares; la multa para Craven Laboratories fue de 15,5 millones de dólares. Pese a que los estudios toxicológicos del glifosato identificados como fraudulentos ya han sido reemplazados, estos hechos arrojan una sombra de dudas sobre la totalidad de los procedimientos oficiales de registro de pesticidas.
Toxicidad subcronica: En estudios a mediano plazo con ratas, el glifosato produjo lesiones microscópicas de las glándulas salivales en todo el espectro de dosis ensayado. También se constató aumento de dos enzimas hepáticas, disminución del incremento de peso normal, diarrea y aumento de niveles sanguíneos de potasio y fósforo.
Toxicidad crónica: Estudios a largo plazo con animales demuestran que el glifosato es tóxico. Con dosis altas en ratas (900-1.200 mg/kg/día), se observó disminución del peso del cuerpo en hembras, mayor incidencia de cataratas y degeneración del cristalino y mayor peso del hígado en machos.
En dosis bajas (400 mg/kg/día), ocurrió inflamación de la membrana mucosa estomacal en ambos sexos. Estudios en ratones con dosis altas (alrededor de 4.800 mg/kg/día) mostraron pérdida de peso, excesivo crecimiento, posterior muerte de células hepáticas e inflamación renal crónica en machos; en hembras, excesivo crecimiento de células renales. A dosis bajas (814 mg/kg/día), se constató excesiva división celular en la vejiga urinaria.
Efectos cancerígenos: Los estudios científicos públicamente disponibles fueron todos conducidos por o para sus fabricantes. La EPA clasificó inicialmente al glifosato como clase "D" (no clasificable como carcinógeno humano). Posteriormente, a comienzos de la década de 1990, lo ubicó en clase "C" (Posible carcinógeno humano). Actualmente lo clasifica como Grupo
E (evidencia de no carcinogénesis en humanos) ante la falta de evidencias según la información disponible. Sin embargo, la controversia respecto del potencial cancerígeno del glifosato todavía continúa.
En sucesivos estudios realizados desde 1979 se encontró: Incremento en tumores testiculares intersticiales en ratas machos a la dosis más alta probada (30 mg/kg/día), incremento en la frecuencia de un cáncer de tiroides en hembras; incrementos relacionados con la dosis en la frecuencia de un tumor renal raro; incremento en el número de tumores de páncreas e
hígado en ratas machos. La EPA no relacionó ninguno de estos tumores con el glifosato: consideró que las estadísticas no eran significativas, que no era posible definir los tumores tiroideos como cáncer, que no había tendencia que lo relacionara con la dosis o que no había progresión a la malignidad.
Las dudas sobre el potencial carcinogenético del glifosato persisten, porque este ingrediente contiene el contaminante N-nitroso glifosato (NNG) a 0.1 ppm o menos, o este compuesto puede formarse en el ambiente al combinarse con nitrato (presente en saliva humana o fertilizantes), y se sabe que la mayoría de compuestos N-nitroso son cancerígenos.
Adicionalmente, en el caso del Round-up, el surfactante POEA está contaminado con 1-4 dioxano, el cual ha causado cáncer en animales y daño hepático y renal en humanos. El formaldehído, otro carcinógeno conocido, es también producido durante la descomposición del glifosato.
Un estudio reciente, publicado en el Journal of American Cancer Society por eminentes oncólogos suecos, reveló una clara relación entre glifosato y linfoma no Hodgkin (LNH), una forma de cáncer. Los investigadores sostienen que la exposición al herbicida incrementa los riesgos de contraer LNH y, dado el creciente aumento de su uso mundial (en 1998, 112.000 toneladas) desde que se hizo este estudio, urge la necesidad de realizar nuevos estudios epidemiológicos. El hallazgo se basó en un estudio/control de casos poblacionales conducido en Suecia entre 1987 y 1990. Sus autores concluyeron que "la exposición al herbicida incrementa el riesgo de padecer LNH". El aumento en la incidencia de este cáncer detectado en las últimas décadas en países occidentales, ahora también se está viendo en muchos otros países. Según la American Cancer Society, tal incremento alcanzó, desde 1970, la alarmante cifra de un 80%.
Por otro lado, un informe publicado el 1 de agosto de este año en el boletín digital del Institute of Science in Society de Inglaterra, el Profesor Joe Cummins revela que el alerta sanitario reciente respecto de la presencia de acrilamida tóxica en alimentos cocidos está relacionado causalmente con el glifosato, el herbicida que es tolerado por las cultivos transgénicos más difundidos, tales como la soja Round-Up Ready.
La acrilamida es el ladrillo para la construcción del polímero poliacrilamida, un material muy conocido en los laboratorios de biología molecular por su uso como gel matricial para descomponer fragmentos de ADN en el análisis de secuencias y la identificación de proteínas, procesos que se realizan bajo la influencia de campos eléctricos. A nivel mundial, la poliacrilamida se utiliza en la purificación de aguas para flocular la materia orgánica en suspensión. Recientemente, la Organización Mundial de la Salud convocó a una reunión a puertas cerradas para examinar el hallazgo de niveles significativamente altos de acrilamida en vegetales cocidos. El hallazgo tuvo una repercusión masiva porque la acrilamida es un potente tóxico neural en humanos y también afecta la función reproductiva masculina y causa malformaciones congénitas y cáncer en animales. Los informes de prensa de esa Organización trasuntaron que el hallazgo de acrilamida fue sorpresivo y dedujeron que la contaminación surgió probablemente por la cocción de los vegetales.
Extrañamente, las gacetillas informativas de la Organización Mundial de la Salud no mencionaron el hecho de que la poliacrilamida es un reconocido aditivo de productos herbicidas comerciales (soluciones al 25-30%), agregado para reducir la deriva en el rociado y actuar como surfactante.
Los herbicidas en base a glifosato de la corporación Monsanto (por ejemplo, el Round-Up) constituyen un particular motivo de inquietud, ya que el herbicida interactúa con el polímero. La experimentación demostró que el calor y la luz contribuyen a la liberación de acrilamida a partir de la poliacrilamida, y se descubrió que el glifosato influye en la solubilidad de la poliacrilamida, razón por la cual se aconsejó sumo cuidado al mezclar estas dos sustancias.
Las evidencias parecen indicar con precisión que la acrilamida es liberada por la poliacrilamida ambiental, cuya fuente principal se halla en las fórmulas herbicidas en base a glifosato. La cocción de vegetales que han estado expuestos al glifosato utilizado en cultivos transgénicos tolerantes a herbicidas, o usados durante la preparación del suelo en cultivos convencionales resultaría en una adicional liberación de acrilamida. La situación se ve empeorada por el hecho de que, en los EE.UU., los aditivos tipo poliacrilamida se consideran "secreto comercial" y la información sobre la composición de las fórmulas herbicidas no están al alcance del público.
Acción mutagénica: Ninguno de los estudios sobre mutagénesis requeridos para el registro del glifosato ha mostrado acción mutagénica. Pero los resultados son diferentes cuando los estudios se realizan con formulas comerciales en base a glifosato: en estudios de laboratorio con varios organismos, se encontró que el Round-Up y el Pondmaster (otra formulación) incrementaron la frecuencia de mutaciones letales recesivas ligadas al sexo en la mosca de la fruta; el Round-Up en dosis altas, mostró un incremento en la frecuencia de intercambio de cromátidas hermanas en linfocitos humanos y fue débilmente mutagénico en Salmonella. También se reportó daño al ADN en pruebas de laboratorio con tejidos y órganos de ratón.
Efectos reproductivos: En pruebas de laboratorio con ratas y conejos, el glifosato afectó la calidad del semen y la cantidad de espermatozoides.
Según la EPA, exposiciones continuadas a residuos en aguas en concentraciones superiores a 0.7 mg/L pueden causar efectos reproductivos en seres humanos.
Contaminación de alimentos: El peso de las actuales evidencias científicas permite aseverar que la incidencia y severidad de diversos tipos de cáncer, malformaciones congénitas y trastornos neurológicos sería mucho menor si la población no estuviera expuesta a pesticidas a través de la dieta, el agua y el hábitat.
En cualquier país cuyo sistema preventivo sanitario se precia de cuidar realmente la salud de la población, los límites máximos de residuos de pesticidas en los alimentos son vigilados estrictamente. El objetivo de este control es asegurar que los niveles de residuos se mantengan tan bajos como sea posible, reconociendo que ciertos sectores de la población, tales como los niños y los ancianos, pueden poseer una susceptibilidad incrementada y notando que cualquier pesticida puede utilizarse simultáneamente en más de un cultivo. Estudios conducidos por la EPA para evaluar la magnitud de exposición no laboral a pesticidas entre la población general, concluyen que la exposición dietaria es la ruta que genera el mayor impacto. La exposición dietaria ocurre a través del consumo de alimentos domésticos e importados conteniendo residuos de pesticidas y de la ingestión de agua potable contaminada. La mayoría de expertos sostiene que los residuos de pesticidas en la dieta plantean un muy modesto riesgo para el individuo promedio. El término "promedio" significa una persona adulta, con un estado de salud razonable, que consume una dieta razonablemente apropiada, y que no tiene una predisposición genética, sanitaria o medioambiental ni factores de riesgo inusuales que incrementen su vulnerabilidad a la enfermedad. Esta definición corresponde a aproximadamente dos tercios de la población. Para el otro tercio, los residuos de pesticidas en la dieta incrementan los riesgos de padecer diversos problemas de salud.
Hasta el advenimiento de los cultivos transgénicos tolerantes al glifosato, el límite máximo de glifosato residual en soja establecido en EE.UU. y Europa era de 0,1 miligramos por kilogramo. Pero a partir de 1996, estos países lo elevaron a 20 mg/Kg, un incremento de 200 veces el límite anterior. Semejante aumento responde a que las empresas productoras de glifosato están solicitando permisos para que se apruebe la presencia de mayores concentraciones de glifosato en alimentos derivados de cultivos transgénicos. Monsanto, por ejemplo, ya fue autorizado para un triple incremento en soja transgénica en Europa y EE.UU. (de 6 ppm a 20 ppm).
Estos vestigios de glifosato y sus metabolitos en la soja transgénica están presentes también en alimentos elaborados en base a la leguminosa. Los análisis de residuos de glifosato son complejos y costosos, por eso no son realizados rutinariamente por el gobierno en Estados Unidos (y nunca realizados en Argentina). Pero existen investigaciones que demuestran que el glifosato puede ser absorbido por las plantas y concentrarse en las partes que se usan como alimento. Por ejemplo, después de su aplicación, se ha encontrado glifosato en fresas, moras azules, frambuesas, lechugas, zanahoria y cebada. Según la Organización Mundial de la Salud, su uso antes de la cosecha de trigo para secar el grano resulta en "residuos significativos" en el grano; el afrecho contiene residuos en concentraciones 2 a 4 veces mayores que el grano
CONCLUSIONES
Merece ser examinado un riesgo adicional para la salud humana planteado por la utilización de este tipo de herbicidas en base al glifosato: nuestra sociedad no ha desarrollado ninguna política o aparato para restringir efectivamente la competitiva carrera biotecnológica, o para regular apropiadamente sus productos o para guiarlos hacia rumbos más seguros o productivos. Esta deficiencia se relaciona también con la falta de criterio científico en la toma de decisiones y en el establecimiento de estándares en la reglamentación sobre bioseguridad. Es el riesgo sanitario resultante de la estrategia implementada por la industria de la transgénesis (basada en la ingeniería genética) para minimizar en el público los miedos ante los diversos riesgos aquí analizados y lograr rápidamente que la gente se acostumbre a comer alimentos transgénicos, una estrategia que en Argentina hoy se materializa bajo la forma de un plan denominado "Soja Solidaria".
Junto con la ayuda alimentaria de enormes raciones de soja elaborada como milanesa, hamburguesa, albóndiga, fideo, raviol, leche, yogur, y queso "de soja", ahora, casi 17 millones de argentinos empobrecidos y hambrientos también recibirán su dosis masiva de glifosato.... La implacable estrategia comercial de la industria nos permite anticipar cómo ésta visualiza su camino hacia un próspero futuro.... a costa de la salud de millones de personas ni siquiera todavía informadas de la existencia de este tipo de productos.
Mosqueante la cita constante al Round-Up.
El ministro dinamarqués del medio ambiente anunció restricciones nunca antes vistas al uso de glifosato (principio activo del Roundup de Monsanto), el herbicida más usado en el país y en Europa. La medida fue adoptada después de la publicación de una investigación que evidenciaba la presencia de glifosato en el agua del subsuelo, de donde se obtiene la mayor parte del agua potable en el país. A pesar de que las concentraciones no excedieron los límites permitidos, fue preocupante el hecho de encontrar cantidades inaceptables de glifosato y uno de sus subproductos, que pudieran alcanzar, a través del drenaje, niveles más altos en el agua subterránea. Las aplicaciones otoñales de glifosato serán prohibidas en aquellos lugares "donde la lixiviación es intensa debido a las fuertes lluvias". En una respuesta conjunta, Cheminova, Syngenta e Monsanto, las empresas que producen o venden glifosato en Dinamarca, condenaron la actitud del gobierno, tildándola de "inaceptable".
La actitud dinamarquesa servirá para reiniciar el debate en Europa sobre el uso de pesticidas, coordinado por la Comisión Europea que está encargada de establecer propósitos estratégicos para el año próximo. Organizaciones no gubernamentales europeas están haciendo campaña para suspender el uso de pesticidas durante 10 años.
En el caso del olivar, y teniendo en cuenta que nuestro único futuro está en abrir nuevos mercados en países con poder adquisitivo alto, que son los más sensibles a estos temas, deberiamos autolimitarnos el uso de plaguicidas en general. El olivo es un cultivo muy adaptado a nuestro medio y necesita muchas menos aplicaciones de plaguicidas de las que se hacen. En el caso del glifosato habrá que limitar su uso en otoño igual que van a hacer en Dinamarca para que no pase a los acuiferos y los pantanos. Tenemos que desarrollar técnicas de mantenimiento del suelo en las que los herbicidas tengan un papel secundario. Ir pensando en combinaciones entre laboreo y las desbrozadoras.
Sebastião Pinheiro es enfático: el glifosato no es un producto ecológico; al contrario, es una molécula química, dañina, muy peligrosa. Este brasileño, quien se desempeñó por 20 años como analista de residuos y plaguicidas en el Ministerio de Agricultura de su país, dice basar su aseveración en una serie de documentos científicos que existen al respecto y que se los ha leído una y otra vez.
Pinheiro, quien trabaja en el Núcleo de Economía Popular y Solidaria de la Universidad Río Grande do Sul (Brasil) estuvo en Ecuador invitado por la Coordinadora Ecuatoriana de Agroecología (CEA) para dictar varias conferencias respecto de políticas agrarias. Esto en el marco del Primer Encuentro Nacional de Agroecología y Feria de Semillas.
Para este ingeniero agrónomo y forestal nacido en la ciudad de Sao Paulo, la aplicación de este herbicida creado en la década de los 60 es sumamente peligrosa para la vida de plantas, animales y personas por su alto grado de toxicidad.
En el primer caso, explica, “la vegetación muere en su totalidad. El suelo prácticamente se ‘momifica’ impidiendo el crecimiento normal de la flora”.
En cuanto a los animales, “diversos estudios aseveran que es perjudicial para aves, peces, roedores, insectos, lombrices…”.
En el tercero, el brasileño pone un ejemplo. “Según el Departamento de Salud del Estado de California (Estados Unidos) el glifosato es el responsable por el 38 por ciento de todas las intoxicaciones de los trabajadores rurales de aquel lugar”.
Medir el impacto
“El uso del glifosato no es un tema de adhesión. No tiene nada que ver con los afectos. No se trata de estar a favor o en contra. No es tan simple. El meollo del asunto está en medir el impacto que esta molécula química, dañina y muy peligrosa puede tener sobre los sitios donde se aplique”, enfatiza el experto brasileño.
“¿Por qué no se dan a conocer todas las investigaciones que hay al respecto? ¿Por qué no se hacen más estudios? ¿Por qué no se examinan a profundidad a los campesinos que dicen estar afectados por el producto en la frontera colombo-ecuatoriana?”, pregunta Pinheiro, al tiempo que responde: porque este es un tema que está siendo tratado con un enfoque puramente policial para combatir a los cultivadores de coca. Pero, no se lo está tratando desde el punto de vista toxicológico-salud o ambiental-naturaleza”.
El experto brasileño cita un estudio realizado por la Universidad del Valle en Cali, Colombia, que sugiere que la primera causa de mortalidad infantil en ese país es el nacimiento de niños con defectos congénitos provocados por pulverización de glifosato. Los pequeños presentan disfunción del tubo neural, dice Pinheiro, basado en el documento.
Negocio redondo
Desde el punto de vista industrial, explica Sebastião Pinheiro, el glifosato es una molécula química obsoleta, tiene una patente vencida. O sea, no da lucro a quien la creó, pero sí a quien la fabrica y la comercializa que es la empresa estadounidense Monsanto. “Aquí está, entonces, la clave de todo esto: los propios gringos hacen que Colombia –con dinero público- compre glifosato para enriquecer a una compañía privada. Tan simple como eso”.
Pinheiro va más allá: “en poco tiempo, el glifosato ya no va a servir porque es muy probable que los narcotraficantes saquen una coca transgénica que –obviamente- va a ser resistente al herbicida. Entonces, entrará en acción el Fusarium oxysporum, que es un hongo que ataca –sin compasión- a toda la naturaleza, prácticamente fulminándola. Para poner un ejemplo práctico: el Fusarium oxysporum ya hizo desaparecer de la Argentina, el cultivo de lino”.
“Volviendo al negocio -enfatiza el agrónomo brasileño- resulta que el Fusarium oxysporum es una molécula biotecnológica. Es decir, creada en el laboratorio, lo que implica patentes millonarias para su comercialización”.
“¿Dónde están los científicos que no discuten estos temas? ¿Por qué no se contextualiza la ciencia en su aplicación? Este es un asunto muy grave que merece ser analizado profundamente y donde los científicos juegan un papel fundamental, caso contrario, mañana estaremos tomando glifosato en el biberón”, concluye Pinheiro.
elcomercio.com
28 de noviembre de 2005
Los productos fitosanitarios, cumpliendo sus dosis, plazos de seguridad, y restricciones no solo no son tóxicos, sino que necesarios para una agricultura moderna y viable.
PM.
No es más moderno echar glifosato que no echarlo.
No es más viable utilizar el glifosato que no utilizarlo.
Basta ya de admitir sin critica todo lo aparentemente correcto.
El glifosato sería en el mejor de los casos un MAL necesario, cuando no se disponga de otras alternativas y siempre en dosis bajas, en zonas concretas y con baja frecuencia de aplicación.
Aparte de los problemas ambientales, según estudios de la Universidad de Córdoba se podría estar produciendo una selección de malas hierbas resistentes a este herbicida, con lo que a medio plazo por el abuso en su utilización acabará siendo ineficiente, las hierbas se acabarán acostumbrando, no se secarán y se acabaran riendo del pensamiento único del señor PM
Pero lo mismo que nada es imprescindible, no se puede prescindir de todo.
Se debe de alternar en el uso de los fitosanitarios, siempre que sea posible.
Utilizarlos racionalmente, según las normas.
Pero lo que si tengo muy claro es que en la agricultura moderna, viable y rentable no se puede prescindir de ellos, y más decir que su uso es pernicioso de por sí.
PM.
PM.
No te obsesiones con las enfermedades, no vale la pena, si te ha de venir, te vendrá y a lo mejor no le hayas explicación lógica, ni te la sabrán dar.
PM.
MCPA posiblemente cancerígeno
pDCB (paradiclobenceno) antipolillas posiblemente (en muchos los hogares hay)
kresoxim metil, carcinogénico categoria 3.
No los uses, y todos los que diga posiblemente.
No todos, pero si algunos.
PM.
En cualquier caso, opino que puede utilizarse cuando sea imprescindible y no como alternativa y un laboreo mínimo.
http://www.mapa.es/es/agricultura/pags/fitos/registro/registro/conprocan.asp
Mete la fecha desde 01/01/1990 al 01/08/2006 con este formato.
En 15 años verás que se ha prohibido más de 1700 marcas o productos.
Rigor.
Como he dicho, se puede prescindir de muchos, pero no de todos.
Siempre productos autorizados, cumpliendo fechas de aplicación, formas de aplicación y plazos de seguridad y cuando sea necesario su uso.
Igual que cualquier medicamento.
PM.
PM.
PM.